MIÉRCOLES, 13 DE FEBRERO DEL 2008

 

AYER

 

Ayer fue un día lúgubre en la Asamblea Legislativa.  La mayoría de las y los diputados que hablaron, por el fondo y en votación de primer debate, del proyecto de Ley General de Telecomunicaciones, expediente No. 16398, lo hicieron en medio de reproches de los diputados opuestos a su aprobación, dirigidos al Directorio y, especialmente, al señor Presidente Pacheco Fernández, por haber permitido el trámite rápido –por aplicación de los artículos 41 bis y 208 bis del Reglamento interno de la Asamblea- a un proyecto de ley., contraviniendo una disposición del reglamento que impide, expresamente,:aplicar el método rápido a los proyectos que autorizan la venta de bienes del Estado al mejor postor.  Simplemente: el ICE se va a volver chiquitito por la intervención competitiva de los nuevos agentes en el mercado de las telecomunicaciones; además, aumentará la variedad de los servicios que prestarán esos nuevos agentes económicos. Así, la infraestructura operativa como su organización humana se convertirán en un activo negociable.  

 

Pero, digo yo, que por ese camino se llega a perder nuestra interpretación del concepto de país. Costa Rica es un país con bajas población y tamaño físico, comparándolo con el de los otros signatarios del TLC; solo El Salvador supera su pequeñez. No cabe duda, de que será absorbido por la inversión transnacional rápidamente y, probablemente, oiremos más personas hablando en otros idiomas y veremos a más visitantes o residentes extranjeros.

 

Los diputados del G38 permanecieron callados, ocupados en sus cosas, mientras daban el aspecto de estar poniendo atención a las recriminaciones de los del PAC y de don José Merino, sobre el trámite realizado al proyecto de ley.; pues el G38 impuso la aplicación del procedimiento “de aprobación” a su dictamen de mayoría afirmativo. Los opositores contraatacaron presentando más de mil mociones en el Plenario para modificar el dictamen de mayoría, que tuvieron que ser votadas en largas y monótonas sesiones en las que defendieron cada una de ellas, haciendo uso máximo del tiempo permitido, en la Comisión Especial que las resolvió negativamente y en el Plenario, adonde llegaron después las mociones  de revisión de la votación recaída a cada una de ellas.

 

El proyecto pudo haber sido votado en la sesión de la tarde, pero el acta de la sesión realizada por la mañana no estaba lista y no fue aprobada al iniciar la sesión; por lo tanto, no fue posible cumplir ese requisito, para poder pasar a la segunda parte de la sesión, dedicada a la discusión de los proyectos de ley.

 

 

HOY

 

Hoy, a las diez y diez, en la sesión matinal del Plenario, fue aprobado este proyecto de ley en primer debate, recibiendo treinta votos a favor y veinticinco; sin embargo, cabe anotar que previamente fue señalada y, posteriormente corregida, una cifra diferente del total de los diputados presentes y la de los votos otorgados a favor y en contra. Antes de su votación,. Don Alberto Salom, del PAC, presentó una moción para realiza la votación de modo nominal. Bueno…como dicen ”un saludo a la bandera”, que recibió veinte votos a favor y treinta y cinco en contra. Los diputados del G38 están hartos de tantas sesiones, levantadas a veces hasta altas horas de la noche y obligados a guardar silencio para impedir retrasos en el trámite que el trámite se retrasara.

 

La joven diputada del PAC, Andrea Morales, cuya aproximación al PLN ha sido notada maliciosamente por sus detractores, pidió la palabra “por el orden”, cuando el señor Presidente Pacheco Fernández se disponía a iniciar la votación, pero en esta secuencia:

 

El Señor Presidente: “¿Discutido el proyecto de ley?”.

Diputada Morales: “Le pido la palabra ‘por el orden’, señor Presidente.

El señor Presidente: “Usted tuvo oportunidad para pedir la palabra durante los últimos cuarenta minutos y no lo hizo; hasta ahora que voy a someter a votación el proyecto…”.

Diputada Morales: “Pero señor Presidente, le estoy solicitando la palabra ‘por el orden’…”.

El señor Presidente: “No existe en el Reglamento interno del Congreso la disposición de dar la palabra ‘por el orden’…”.

Diputada Morales: “Pero…”.

El señor Presidente: “Discutido.”.

Diputada Morales: “Pero yo le pedí la palabra por el orden…”.

El señor Presidente: “Cincuenta y cinco diputados en el salón de sesiones. Los diputados que estén de cuerdo con la aprobación de este proyecto de le, sírvanse hacerlo poniéndose de pie”.

El señor Presidente: “Treinta diputados de pie, veinte y tres sentados”…”Perdón se me piden que corrija el resultado,  treinta diputados de pie, veinticinco sentados. Aprobado en primer debate”.

 

Don Francisco Antonio empezó a dar la palabra a varios diputados que razonaron el voto; los del G38 mantuvieron silencio, excepto la señora diputada Lorena Vásquez, del PUSC, para referirse a la votación afirmativa de los cuatro diputados de su fracción, señalando a los diputados del grupo de los treinta y ocho, que votaron contra el proyecto de ley.

 

Luego le tocó el turno a la diputada Andrea Morales, quien manifestó sentirse desilusionada por la actitud asumida por don Francisco Antonio. Y, con gran acierto, expuso su protesta, indicando que cuando el señor Presidente dice las palabras “Discutido el proyecto de ley”, siguiendo el ritual establecido en el Reglamento interno del Congreso, debe hacerlo como una pregunta, por que así está reglamentado. Es para permitir a los diputados la oportunidad de tomar la mejor decisión, según su criterio, con la opción de aclarar cualquier duda que aún tuviera sobre el asunto. Usted no se ajustó correctamente al procedimiento reglamentario y debió de darme la palabra “por el orden”; talvez solamente por cordialidad legislativa. Yo solo quería expresar mi posición de no interferir en el trámite de los proyectos  de la agenda complementaria del TLC, porque no quiero afectar el devenir del país. Usted atropelló a los procedimientos legislativos, al Plenario y al país. Este relato es una síntesis, pero fue un gran discurso el que pronunció, porque logró exponer el error del señor Presidente Pacheco Fernández y convenció a todos, incluso a varios diputados del grupo del G38, porque aunque no lo expresaron, ese fue su sentir que se manifestó en el ambiente que reinaba en el Plenario; igual al sentimiento que compartimos el resto de los presentes.

 

Don Francisco Antonio le respondió, tratando de decirle entre sus palabras, que  ella tiene que aceptar el hecho de que el Plenario es un órgano cuya principal función desemboca en la votación de los proyectos de ley y las reformas a la Constitución. Transmitió la imagen de la “maquinaria” en la que se convierte cuando se producen alianzas como el G38. Pero en la diputada Morales, la respuesta solo produjo su abandono del salón de sesiones, en señal de repudio.

 

Posteriormente, el señor Presidente Pacheco levantó la sesión.

 

Apenas sea elaborada el acta de esa sesión, la  incluiré en la página web.

 

Lic. Arturo Ferrer Schlager

Consultor PREDICTA SRL