VIERNES, 19 DE JUNIO DEL 2015

 

AYER

 

En la sesión plenaria de ayer de la Asamblea Legislativa, los diputados acordaron sesionar extraordinariamente la semana próxima en el Plenario, alargando la sesión hasta después de las seis de la tarde y el viernes, con el propósito de concluir dos trámites: la maratónica discusión del permiso semestral para el atraque y desembarque de tripulaciones del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, al que se oponen los nueve diputados de la fracción del Frente Amplio; y, el viernes, la elección de magistrados para la Corte de Justicia. Por otra parte, los jefes de fracción y el Presidente legislativo, en la reunión que celebraron al mediodía, acordaron hacer un receso en la segunda quincena de julio para descansar con sus familias.

 

En la segunda parte de la sesión continuó el trámite del Aprobación del Convenio sobre protección y restitución de bienes culturales, entre la República del Perú y la República de Costa Rica, expediente No. 18138. Como sucede ahora recurrentemente, los diputados hicieron uso de la palabra para referirse a otros temas como: empleo público, SUTEL, los guardacostas, la manifestación de apoyo a la CCSS, etc. Y la sesión concluyó a las seis de la tarde.

 

Después de la una de la tarde sesionó la Comisión Especial Permanente de control del ingreso y el gasto público, para recibir a la Señora Olga Marta Sánchez, Ministra de planificación, quien expuso la liquidación del presupuesto de esa institución. Sobre el programa de medición de la eficiencia de las instituciones públicas, el señor diputado Ottón Solís cuestionó la ausencia de parámetros unitarios para realizarla; y menospreció la autonomía universitaria alegada por doña Marta, cuando le preguntó sobre la medición de la eficiencia en las universidades estatales.

 

Desde mi punto de vista, los diputados de esta Asamblea Legislativa, aunque muchos son repitentes, adolecen de una grave falta de claridad del ordenamiento jurídico, al disminuir el poder jurídico de la Constitución Política. Para ellos, la Constitución es un libro viejo cuyas disposiciones pueden ser incumplidas cuando no se ajustan a su interpretación personal de la realidad, a sus propósitos políticos o, peor aún, a sus motivos meramente personales; para cada una de estas opciones puedo dar el nombre de varios o varias diputadas. Lo que necesitan es un curso de derecho constitucional.

 

Lic. Arturo Ferrer von Schlager

Consultor PREDICTA SRL