ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA

 

 

 

 

 

 

(ESTA ACTA AÚN NO HA SIDO APROBADA POR EL PLENARIO LEGISLATIVO)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ACTA DE LA SESIÓN PLENARIA N.º 2

(Miércoles 1º de mayo de 2013)

 

CUARTA LEGISLATURA

(Del 1º de mayo 2013 al 30 de abril 2014)

 

PRIMER PERÍODO DE SESIONES ORDINARIAS

(Del 1º de mayo al 31 de julio de 2013)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS

ÁREA DE ACTAS, SONIDO Y GRABACIÓN

 

 

 

Acta de la sesión plenaria N.º 2

Miércoles 1º de mayo de 2013

Primer período de sesiones ordinarias

Cuarta legislatura

 

 

Directorio

 

 

Luis Fernando Mendoza Jiménez

Presidente

 

 

Martín Alcides Monestel Contreras                    Annie Alicia Saborío Mora

Primer secretario                                                        Segunda secretaria

 

Diputados presentes

 

 

Acevedo Hurtado, Juan Bosco

Mendoza García, Juan Carlos

Acuña Castro, Yolanda

Mendoza Jiménez, Luis Fernando

Aiza Campos, Luis Antonio

Molina Rojas, Fabio

Alfaro Murillo, Marielos

Monestel Contreras, Martín Alcides

Alfaro Zamora, Óscar Gerardo

Monge Pereira Claudio Enrique

Angulo Mora, Jorge Alberto

Muñoz Quesada, Carmen María

Araya Pineda, Edgardo

Ocampo Baltodano, Christia María

Arias Navarro, Gustavo

Orozco Álvarez, Justo

Avendaño Calvo, Carlos Luis

Oviedo Guzmán, Néstor Manrique

Bejarano Almada, Gloria

Pérez Gómez, Alfonso

Brenes Jiménez, Ileana

Pérez Hegg, Mirna Patricia

Calderón Castro, Antonio

Porras Contreras, José Joaquín

Chavarría Ruiz, Ernesto Enrique

Porras Zúñiga, Pilar

Chaves Casanova, Rita Gabriela

Quintana Porras, Damaris

Cubero Corrales, Víctor Danilo

Rodríguez Quesada, José Roberto

Delgado Ramírez, Carolina

Rojas Valerio, Luis Alberto

Enríquez Guevara, Adonay

Rojas Segura, Jorge Arturo

Espinoza Espinoza, Xinia María

Ruiz Delgado, María Jeannette

Fonseca Solano, María Julia

Saborío Mora, Annie Alicia

Fournier Vargas, Alicia

Sotomayor Aguilar, Rodolfo

Gamboa Corrales, Jorge Alberto

Venegas Renauld, María Eugenia

Gómez Franceschi, Agnes

Venegas Villalobos, Elibeth

Góngora Fuentes Carlos Humberto

Villalobos Argüello, Elvia Dicciana

Granados Calvo, Víctor Emilio

Villalta Flórez-Estrada, José María

Granados Fernández, Carmen María

Villanueva Monge, Luis Gerardo

Hernández Cerdas, Víctor

Víquez Chaverri, Víctor Hugo

Hernández Rivera, Manuel

Zamora Alvarado, Mireya

 

 

ÍNDICE

 

El presidente Luis Fernando Mendoza Jiménez: 4

 

Mensaje de la presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, 1º de mayo de 2013. 5

 

La presidenta ad hoc Annie Alicia Saborío Mora: 27

 

El presidente Luis Fernando Mendoza Jiménez: 27

 

 


El presidente Luis Fernando Mendoza Jiménez:

 

            Al ser las dieciocho horas veintiún minutos, y con el cuórum de reglamento, vamos a dar inicio a esta segunda sesión del 1º de mayo. Y vamos a solicitarles a las señoras y señores diputados ocupar sus curules para recibir a nuestros invitados.

 

            Les solicito, por favor, a las señoras diputadas y a los señores diputados ponerse de pie para recibir a los invitados especiales de esta sesión.

 

            Las señoras diputadas Fournier Vargas y Bejarano Almada se servirán recibir al reverendísimo arzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes Ureña.

 

            La señora diputada Ruiz Delgado y el señor diputado Aiza Campos, se servirán recibir al excelentísimo y honorable cuerpo diplomático.

 

El señor diputado Acevedo Hurtado y la señora diputada Venegas Renauld se servirán recibir a la señora defensora de los habitantes y al señor defensor adjunto de los habitantes.

 

            La señora diputada Alfaro Murillo y el señor diputado Sotomayor Aguilar se servirán recibir a la señora procuradora general de la República.

 

            Los señores diputados Venegas Villalobos y Cubero Corrales se servirán recibir a la señora contralora general de la República y a la señora subcontralora general de la República.

 

            Los señores diputados Porras Zúñiga y Orozco Álvarez se servirán recibir al señor presidente del Tribunal de Elecciones, magistrado Luis Antonio Sobrado González, a las señoras magistradas y a los señores magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones.

 

            La señora diputada Gómez Franceschi y Víquez Chaverri se servirán recibir a la señora presidenta de la Corte Suprema de Justicia ínterin, magistrada Zarella Villanueva Monge, a las señoras magistradas y a los señores magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

 

            Las señoras diputadas Muñoz Quesada y Pérez Hegg se servirán recibir a las señoras ministras y a los señores ministros de Gobierno.

 

            Las señoras diputadas Brenes Jiménez y el Granados Fernández se servirán recibir al señor vicepresidente de la República, Luis Liberman Ginsburg.

 

            El señor diputado Araya Pineda y el señor diputado Avendaño Calvo se servirán recibir a la señora presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda.

 

            La señora diputada Fonseca Solano y el señor diputado Arias Navarro se servirán introducir el Pabellón Nacional.

 

            Señoras y señores, les solicito permanecer en pie y cantar el Himno Nacional a cargo de la soprano María Marta López.

 

            Pueden tomar asiento, por favor.

 

            La señora presidenta de la República, doña Laura Chinchilla Miranda, nos ofrece su mensaje.

 

Mensaje de la presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, 1º de mayo de 2013

 

Señoras diputadas, señores diputados, señor presidente de la Asamblea Legislativa, señores miembros del Directorio, queridas y queridos costarricenses.

 

Este 1º de mayo me presento ante ustedes, para rendir cuentas de la labor realizada durante el último año de mi Gobierno, y para compartir mi visión sobre el avance de nuestra nación.  También lo hago para reflexionar sobre los importantes retos y oportunidades que tenemos como sociedad.

 

Me interesa, en particular, aprovechar esta ocasión para hacer una invitación abierta a que trabajemos juntos, superemos diferencias que puedan separarnos, y convirtamos en acuerdos creativos todo ese esfuerzo por el amor por nuestro país.  Este amor que nos une nos impone obligaciones comunes.  La mayor parte de esas obligaciones es el diálogo respetuoso y provechoso.

 

Que los costarricenses tengamos diferencias de opinión es perfectamente normal.  Que esas diferencias nos hagan casi imposible dialogar es inaceptable.  Que el diálogo político y social sea a veces duro y tenso es perfectamente normal.  Que ese diálogo se encuentre al borde del colapso es inaceptable.

 

Nuestro país demanda de todas y todos nosotros madurez y serenidad.  Demanda que seamos capaces de conversar y de encontrar en el terreno común de la decencia, del trabajo honrado, de la convivencia civilizada y de la cohesión social ese ánimo de caminar juntos.

 

Nada de esto será posible sin una gran dosis de humildad y sin un sincero esfuerzo por escuchar, de buena fe, a todos los que tengan algo que decir, por duras que sean las cosas que tengamos que decirnos entre nosotros.

 

Y sé que a quien primero le corresponde asumir ese esfuerzo es a la presidenta de la República.

 

Tengo plena conciencia de que no soy sino la primera servidora pública, la primera servidora pública de este país, instrumento del pueblo soberano, en cuyo nombre ejerzo mi cargo y a quien me debo por completo.

 

Por ello, me comprometo ante ustedes, ante todo el pueblo de Costa Rica, que si mi disposición a escuchar no ha quedado clara, cambiaremos lo que tengamos que cambiar, hasta que no quede duda de ella.  A que si mi voluntad para aceptar errores y corregirlos con decisión no ha sido evidente en mis actos y en mis palabras, cambiaremos lo que haya que cambiar hasta que no quede duda de ella.  A que si mi exigencia de integridad y transparencia en la función pública se percibe débil o poco efectiva, cambiaremos lo que haya que cambiar hasta que no quede duda de ella.

 

Reitero hoy ante ustedes mi disposición a escuchar con atención, a dialogar con respeto, a buscar siempre lo mejor para mi país y a desarrollar una labor de gobierno transparente, proactiva y responsable.  Me comprometo también, como siempre lo he hecho, a poner el bienestar general sobre los estrechos intereses de grupos; a no ceder ante presiones irresponsables, pero sí a corregir rumbos cuando sea necesario.  Me comprometo, como siempre lo he hecho, a que la transparencia y la decencia sean divisas inquebrantables de nuestra conducta como gobernantes.

 

Para avanzar en estos propósitos y, especialmente, para estimular el diálogo honesto, visionario y creativo, el punto de partida debe ser una valoración realista de la situación de nuestro país.

 

No debemos caer en el error de permitir que problemas coyunturales, o debates que aún nos dividen, nos hagan perder de vista los éxitos que hemos alcanzado, como resultado del trabajo y el esfuerzo de todas y todos los costarricenses. Tampoco debemos permitir que esos problemas y esas divergencias nos nublen los grandes desafíos que aún nos aguardan y nos impidan vencer diferencias para poder superarlos.

 

A pesar de fallas y fisuras, los valores, objetivos y actitudes que aún unen a nuestro pueblo, nos permiten ser una nación ejemplar, y nos brindan una sólida base para renovarnos constantemente y construir nuestro futuro.  Esa valoración realista a la que me he referido es la que anima mi informe de labores. 

 

Esta presentación estará organizada, al igual que en años anteriores, alrededor de los cuatro grandes ejes en que hemos organizado nuestra labor: lo económico, lo social, lo relativo a la seguridad ciudadana y lo ambiental. Nuestra política internacional y algunas reflexiones en torno a los principales retos de cierre de nuestra administración también estarán presentes.

 

 

 

 

Seguridad económica y competitividad

 

Examinemos, en primer lugar, el estado de nuestra economía cuyos resultados positivos son producto del esfuerzo conjunto de empresarios, trabajadores y Gobierno.

 

Una exitosa recuperación económica

 

Al iniciar nuestro mandato, Costa Rica acusaba claramente los efectos de la crisis económica internacional: la contracción de la economía, la caída en el ingreso de turistas y de las exportaciones y el crecimiento del desempleo ponían en evidencia la gravedad de la situación.

 

La principal tarea en aquel momento era la recuperación económica.  A ella nos dedicamos y lo hicimos con éxito.

 

La economía costarricense tuvo resultados en el 2012, mejores aún que los que habíamos obtenido en el año 2011. Lo anterior, a pesar de una economía internacional recesiva y de agresivas políticas de expansión monetaria de los países desarrollados, que generaron fuertes ingresos de capital financiero poniendo en riesgo la competitividad de nuestro país. 

 

En ese entorno tan complejo para una economía pequeña y abierta como la nuestra, logramos un crecimiento del cinco por ciento; escúchese bien, la más alta tasa de crecimiento en el último quinquenio y superior al promedio de toda la última década.

 

Pese a una situación fiscal comprometida, el Gobierno de la República, en estrecha coordinación con el Banco Central, promovió una reducción significativa de las tasas de interés lo que ciertamente incidirá en aumentos importantes de la actividad económica.

 

Igualmente, el descenso en las tasas de interés ayudará a desincentivar ciertos flujos de capital financiero y sus negativos efectos sobre nuestra política cambiaria. Todo lo anterior se produce en un marco de control de la inflación interna.

 

Los resultados positivos de nuestro quehacer económico han sido reconocidos por la comunidad financiera internacional que ha invertido, ya en tres emisiones internacionales de bonos, a tasas y plazos sin precedentes.

 

Gran parte de nuestro buen desempeño económico está ligado al éxito rotundo que hemos obtenido en nuestro comercio exterior.

 

En el año 2011, mientras las exportaciones ya de por sí venían creciendo, y habían superado los quince mil millones de colones, la más alta de nuestra historia, logramos seguir mejorando.

 

Me complace reportar que en el 2012 las exportaciones experimentaron un crecimiento adicional al año pasado del diez por ciento; es decir, estamos a punto de llegar a la meta que nos propusimos para todo el cuatrienio, una meta de diecisiete mil millones de colones.

 

En materia de inversión extranjera directa, nos habíamos propuesto llegar al monto de dos mil millones de dólares en el año 2012; pues bien, ya a estas alturas logramos superarla en más de doscientos millones de dólares, el mayor crecimiento se produjo en el sector de alta tecnología, lo que habla bien de la evolución de nuestra economía, en donde alcanzamos una cifra superior a los quinientos treinta y cinco millones de dólares, la cifra más alta de toda nuestra historia. 

 

A lo anterior debemos sumar un incremento del cincuenta por ciento en las ventas de empresas nacionales a empresas de zonas francas, y lo digo con particular énfasis porque refleja el creciente éxito de los programas de promoción de encadenamientos productivos que venimos impulsando.

 

No podría ciertamente entenderse nuestro éxito exportador sin el acceso a un conjunto creciente de mercados internacionales del que gozan nuestros productores.

 

Recientemente, concluimos las negociaciones comerciales con Colombia, y fueron aprobados por esta Asamblea Legislativa los tratados con Perú y Singapur, mientras que está pendiente la urgente ratificación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

 

Una vez que este último acuerdo esté aprobado, tendremos garantizado el acceso preferencial de nuestros productos al ochenta por ciento de los mercados hacia donde exportamos.  Esta situación beneficiará a más de dos mil quinientas empresas que hoy exportan, y a más de medio millón de trabajadores que laboran para este sector.

 

De manera complementaria, hemos reforzado nuestras iniciativas en materia de administración de tratados comerciales y hemos impulsado la Ventanilla Única para Comercio, que reduce sensiblemente la cadena de procesos de exportación e importación.

 

El sector agropecuario, que representa el catorce por ciento del producto interno bruto y da empleo a doscientas setenta mil personas, también experimentó los efectos positivos de la recuperación económica y de la capacidad exportadora, con un crecimiento del tres punto cinco por ciento. Cerca de un cuarenta por ciento del valor de las exportaciones costarricenses provienen precisamente del agro, las cuales crecieron en el último año un seis punto cinco por ciento. Hoy somos un país exportador neto de productos agroalimentarios.

 

Durante este año, impulsamos importantes políticas en beneficio del agro, siendo la principal la reforma a la Ley de Bienes Inmuebles, que incentiva el mantenimiento del uso agrícola de los terrenos y elimina cargas que hubiesen pesado de manera ruinosa sobre los agricultores costarricenses.

 

Ya les hemos dicho, y con opciones concretas lo estamos demostrando, que tampoco los vamos a dejar abandonados frente a la grave crisis de la roya que les está impactando.  Igualmente importante fue la promoción de la Ley del Instituto de Desarrollo Rural, que concreta nuestro objetivo de promover el desarrollo integral de los territorios rurales.

 

Otra área importante de nuestra economía es el turismo. El turismo sigue siendo una de esas principales actividades que los han ayudado a propiciar el crecimiento económico.  El trabajo consistente a lo largo de varias décadas y la cooperación entre el sector público y la empresa privada, nos ha permitido desarrollar un modelo turístico único en el mundo, anclado en nuestro patrimonio natural, y protagonizado por cientos de pequeños y medianos empresarios.

 

El año anterior este sector creció un siete por ciento, lo cual resulta particularmente notable a la luz del bajo crecimiento económico en el mundo desarrollado y de la recesión en varios países europeos.

 

En apoyo a esta industria, impulsamos intensas campañas de promoción, incrementamos el número de vuelos y aerolíneas que llegan a nuestro país y facilitamos la plena entrada en operación del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber, en Liberia, por el que ya ingresa más del veinte por ciento de los turistas que nos llega por vía aérea.

 

El vigor mostrado por nuestra economía en estos últimos años ha sido también el fruto de muchos pequeños y medianos empresarios.  A ellos les hemos comprometido nuestro apoyo mediante el impulso de medidas concretas.

 

Hemos seguido realizando actividades de capacitación y promoción; hemos optimizado la asignación de los recursos disponibles en fondos claves para su desarrollo como es el Fondo Propyme; estamos promoviendo un proyecto de ley para permitirles optar por crédito con garantías mobiliarias, y hemos firmado un contrato de préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo que dotará de más recursos a las pequeñas y medianas empresas para sus actividades de investigación, innovación y desarrollo tecnológico.

 

Para que nuestros empresarios y emprendedores puedan seguir generando oportunidades de negocios, y para que nuestros trabajadores puedan seguir contando con fuentes de empleo, no basta con el acceso privilegiado a mercados internacionales, con el acceso al crédito o con la promoción de algunas leyes importantes. 

 

 

            Existen dos grandes desafíos que por muchos años nuestro país ignoró y frente a los cuales decidimos actuar: hablo del deterioro de la infraestructura de transporte y hablo de la engorrosa tramitología.

 

            Una de las áreas de mayor rezago en el desarrollo de nuestro país ha sido el de la infraestructura. Por muchos años dejamos de invertir, y dejamos de planificar, y dejamos de construir.  Desde la Administración anterior se resolvió sacar al país de ese profundo abandono, mi Gobierno decidió tener el pie en el acelerador, pero debo reconocer que cuando alguien decide acelerar una maquinaria obsoleta y atrofiada, como tenemos que reconocer es el MOPT, el riesgo que se corre es el de accidentarse.  Tras muchos años sin construir obra pública de envergadura, las capacidades de las instituciones públicas estaban profundamente disminuidas y hemos pagado por ello una costosa factura.

 

Sin embargo, no por ello nos hemos dejado vencer. En lugar de frenar los avances, hemos reconocido los yerros y hemos incorporado los correctivos necesarios.  Ante la carencia de recursos del presupuesto nacional, tomamos la iniciativa de negociar empréstitos extranjeros en condiciones favorables.  Conformamos así la cartera de inversiones más grande de la historia del país, la cual alcanza cerca de los dos mil quinientos millones de dólares.

 

Ante los actos de corrupción, como en el caso de la ruta 1856, tomamos la iniciativa de la denuncia, valiente y directa.  El país y el Gobierno aguardan con impaciencia el pleno esclarecimiento de los hechos por parte de la Fiscalía General.  Ante la inoperancia, tomamos la iniciativa de preparar un conjunto de reformas legales que incluyen aspectos de contratación administrativa, expropiaciones y funcionamiento de instituciones como claves, como lo son el Conavi y Consejo Nacional de Concesiones.

 

Pese a algunos de los yerros ampliamente publicitados, es justo reconocer que este año que pasó marcó el inicio y avance de importantes obras para el país.  Hemos alcanzado un setenta y cinco por ciento de avance en la construcción de la principal sección de la carretera a San Carlos; un treinta por ciento en la obra del nuevo corredor en el Caribe Norte que conectará a Bajos de Chilamate de Sarapiquí con Vuelta Kopper en San Carlos, y más de un cincuenta por ciento de avance en la obra de ampliación a cuatro carriles del tramo de la carretera Interamericana entre Cañas y Liberia. 

 

En el transcurso de este año, esperamos culminar los procesos que nos permitirán avanzar hacia el inicio de un importante tramo de la ruta treinta dos entre Sarapiquí y Limón, de la circunvalación norte y de varias obras en el centro de nuestro país. 

 

A pesar de que tuvimos que detener la concesión de la ruta entre La Sabana y San Ramón, nada detendrá nuestra voluntad de seguir adelante con su modernización en el marco de un proceso de consulta y con el acompañamiento de las escuelas de ingeniería de la Universidad de Costa Rica y el Instituto Tecnológico de Costa Rica.

 

Como complemento a la infraestructura vial, hemos dado un fuerte impulso a la reactivación del transporte ferroviario.  Lo llevamos a Heredia, a Cartago y próximamente a Alajuela.  Además, tengo la clara determinación de dejar listo el financiamiento y proceso de contratación del tren interurbano que cubrirá un amplio anillo de la Gran Área Metropolitana.

 

Pero no todo ha sido carreteras y caminos. Nuestro Gobierno ha iniciado la mayor modernización de los puertos de nuestro país.  Recientemente, dimos la orden de inicio de la construcción de la nueva terminal granelera en puerto Caldera, y también la orden de inicio de la nueva terminal petrolera de Recope en Moín.

 

Además, está listo el contrato para la construcción de la Terminal de Contenedores de Moín, un proyecto de cerca de mil millones de dólares, cuya construcción esperamos iniciar este año y que nos permitirá recuperarnos de ese vergonzoso atraso que habíamos acumulado en materia portuaria.  Como complemento, se autorizó por parte de esta Asamblea Legislativa y por iniciativa del Gobierno un endeudamiento de cincuenta y cinco millones de dólares que financiará la modernización de los actuales puertos de Japdeva.

 

Y aunque no tan tangible como lo es la obra en infraestructura, pero igualmente importante para nuestra competitividad, ha sido la mejora regulatoria.  Por segundo año consecutivo, podemos reportar avances relevantes en esta materia disminuyendo plazos y eliminando trámites engorrosos.  Hemos iniciado la plena ejecución de las reformas a la ley de simplificación de trámites en defensa del usuario de los servicios públicos. 

 

Estos avances fueron reconocidos por el Banco Mundial en el año 2012, según el cual nuestro país estuvo entre las diez economías del mundo con mayores avances en la mejora de su clima de negocios.

 

El buen desempeño de nuestra economía permitió una mayor generación de empleo lo que, unido a la inversión social, hizo posible sostener los esfuerzos en favor de las personas más necesitadas de nuestro país.

 

Permítanme informarles sobre el resultado en el área de seguridad social y bienestar.

 

En materia de empleo, nos complace reportar que entre el primer trimestre del año 2011 y el segundo trimestre del año 2012 se crearon más de ciento setenta mil fuentes de trabajo, cerca del doble de empleos que anualmente generaron nuestra economía en promedio en los últimos años.  Sin embargo, precisamente alentados por esas buenas expectativas, por esas expectativas favorables, muchas personas más se incorporaron al mercado laboral, razón por la cual la disminución de la tasa de desempleo lució relativamente débil.

 

Tenemos que reconocer una compleja paradoja que nos ha venido afectando en el mercado laboral, y es que mientras muchas personas encuentran dificultades para encontrar trabajo; por lo otro lado, muchas empresas encuentran dificultades para contratar el personal con las habilidades y las destrezas que ellas requieren.

 

Para romper este nudo gordiano, hemos dado un fuerte impulso a los programas de capacitación para el trabajo, así como a la educación técnica colegial y universitaria, cuyos graduados encuentran un mercado laboral ansioso de contratarlos.  Hemos abierto noventa nuevos programas de educación técnica, y hemos incrementado la matrícula en estos programas, que pasaron de sesenta y ocho mil en el año 2010 a noventa mil estudiantes a inicios de este año.

 

Estos esfuerzos se complementan con los veintidós mil nuevos técnicos egresados de programas de formación profesional del INA y los más de ocho mil estudiantes que se han matriculado en la Universidad Técnica Nacional.

 

Por otra parte, el Programa Empléate, reconocido por la Organización Internacional del Trabajo como un programa ejemplar a nivel internacional, brinda transferencias condicionadas a más de ocho mil jóvenes que ni trabajan ni estudian, a cambio precisamente de que se incorporen a estos procesos de capacitación laboral, y muchos de ellos están siendo contratados por las empresas.

 

Para quienes padecen de problemas de empleabilidad o para quienes los ingresos no resultan suficientes frente a la atención de las necesidades básicas, seguimos comprometidos con los programas de combate a la pobreza.

 

En el 2012, y por primera vez en cinco años, la pobreza dejó de aumentar y más bien se redujo un punto porcentual, según datos, precisamente, de la Encuesta de Nacional de Hogares.

 

Sabemos que un punto porcentual es un paso muy pequeño ante el inmenso reto ético y político de atacar de la pobreza, que afecta, en este momento, a más de un millón de costarricenses. Por eso, seguimos asumiendo este reto de manera prioritaria.

 

Durante el año 2012, la atención dispensada a familias en condición de pobreza, por parte del Instituto Mixto de Ayuda Social, alcanzó la cifra más alta.  Se cubrió a un total de más de setenta y ocho mil grupos familiares, veintiún mil más de los atendidos al inicio de nuestra Administración.

 

Además de aumentar la cobertura en la atención de las familias en condiciones de pobreza, hemos iniciado un cambio de enfoque en la atención brindada.  El tradicional enfoque asistencialista ha dado paso a un proceso de atención de carácter integral que incluyen la formación y capacitación, así como el trabajo comunal como contrapartida, estas actividades, de transferencias monetarias hacia estas familias.

 

Ya hemos logrado la incorporación de más de veintidós mil familias en condición de pobreza o de riesgo y vulnerabilidad social a este nuevo enfoque de abordaje integral. Con esto estamos también superando la meta que nos propusimos al inicio de nuestra Administración, que era la atención de veinte mil familias.

 

Seguimos también incrementando el acceso a la vivienda a los sectores socialmente más vulnerables.  A la fecha, hemos otorgado más de veintiocho mil bonos de vivienda para los estratos más bajos de la población y para beneficiarios del programa de erradicación de tugurios.  

 

En materia de vivienda, nuestro Gobierno, sin embargo, ha querido ir más allá de la atención a las familias en condiciones de pobreza.

 

Después de muchos años, tenemos que reconocer que a nuestra clase media, es decir, a nuestra clase trabajadora, se le negó el acceso a la vivienda. Decidimos impulsar acciones concretas que permitieran restituirle ese derecho.

 

Con la ayuda de esta Asamblea Legislativa y de muchos de los diputados que han dado sus propios aportes, hemos promovido diversos mecanismos financieros que permitirán revitalizar, en el corto plazo, el mercado de vivienda para este segmento de la población.

 

Otro programa que avanza según lo previsto y está dirigido no solamente a las familias en condición de pobreza, sino también a nuestra clase trabajadora, especialmente a las mujeres jefas de hogar es la Red Nacional de Cuido.

 

En el caso de los niños y niñas, la meta es incrementar la cobertura de atención en un setenta y cinco por ciento.  Entre el 2011 y el 2012 logramos incorporar a cerca de siete mil nuevos infantes.  Con esta cifra, ya son más de veintinueve mil los niños y niñas que están siendo atendidos por este programa.

 

En el caso de los adultos mayores, la meta es incrementar la cobertura de atención en un cincuenta por ciento.  Me complace informar que ya hemos superado la meta para los cuatro años.  Cerca de diez mil adultos mayores están recibiendo la atención con el cariño que se merecen.

 

No puedo dejar de mencionar que si hemos logrado avanzar con la Red Nacional de Cuido es gracias a un hermoso esfuerzo colectivo que articula a organizaciones de la sociedad civil con municipalidades e instituciones públicas, y que además se han atrevido a desarrollar nuevas y más eficaces modalidades de atención.

 

Los esfuerzos en materia social no bastan; sin embargo, para responder a uno de los mayores retos que tenemos como país, que es el reto de detener el crecimiento de la inequidad.

 

Pese a los intentos fallidos de nuestro Gobierno por aprobar una reforma tributaria, que sin lugar a dudas hubiese impacto de manera positiva sobre la desigualdad, hemos impulsado otras medidas que permitan mitigar el creciente bache y brecha social que está afectando a nuestro país.

 

La mejora en la educación y la capacitación, sin lugar a dudas, darán sus frutos, pero los darán en el largo plazo.

 

Hemos querido, en consecuencia, incidir en el problema de manera más directa, y para eso impulsamos una nueva fórmula de cálculo de los ajustes salariales.  A diferencia de lo que venía ocurriendo en el pasado, los ajustes del salario en el sector privado no se definirán, en adelante, solamente en función del costo de la vida, sino que se ajustarán también en función del crecimiento del producto interno bruto.

 

El objetivo de esta medida es que el producto del crecimiento económico se empiece a redistribuir de manera más equitativa entre la clase trabajadora del país; la consideramos una de las medidas más revolucionarias que en materia laboral se ha impulsado en los últimos años.

 

Pero si esta nueva fórmula es importante, más importante aún es que esta fue el resultado de un acuerdo entre empresarios y trabajadores, facilitado por el Gobierno. 

 

Este acuerdo pone en evidencia que, a pesar de nuestras diferencias, podemos ser capaces de propiciar el diálogo y de obtener resultados que acrecienten el bienestar de nuestro país.

 

La movilidad social y la creación de valores fundamentales para la convivencia tienen como fundamento una adecuada educación.

 

Por segundo año consecutivo, hemos destinado a la educación más del siete por ciento del producto interno bruto, el porcentaje más alto de nuestra historia.

 

En estos tres años de gestión, hemos mejorado la cobertura educativa y los niveles de escolaridad.

 

Entre 2010 y 2012 la cobertura de educación secundaria pasó del ochenta y cinco por ciento al ochenta y nueve por ciento. Además, hemos redoblado esfuerzos por combatir la deserción, mejorar la calidad de la educación y ampliar la oferta de la formación técnica.

 

La cobertura en programas como comedores escolares, transportes y becas ha seguido aumentando y entre los programas de becas Avancemos y Fonabe estamos cubriendo a casi trescientos ochenta mil estudiantes, muy por encima de la meta que nos propusimos en el Plan Nacional de Desarrollo. 

 

La infraestructura y equipamiento educativo supera en estos tres años los cien mil millones de colones.  Agradezco a las señoras diputadas y a los señores diputados, la aprobación reciente de un fideicomiso, mediante el cual ejecutaremos cerca de ochenta y cinco mil millones adicionales en la construcción y reparación de escuelas y colegios.

 

            También, hemos desarrollado un exitoso programa para ampliar y mejorar la infraestructura digital en escuelas y colegios. Al inicio de nuestra administración nos propusimos conectar el ochenta y cinco por ciento de los centros educativos, hoy lo hemos hecho con más del noventa por ciento. La meta para este último año es incrementar la cobertura, pero, por sobre todo, seguir mejorando la calidad de la conectividad, ampliando el ancho de banda.

 

            Los jóvenes saben la importancia que tiene la tecnología digital en el desarrollo de sus habilidades.

 

            El incremento de la inversión en educación ha ido de la mano de una profunda revisión de contenidos en procura de una formación de mayor calidad y más integral.  Se han impulsado desde el fortalecimiento de la formación en matemáticas y ciencias de la vida, hasta la preparación en aspectos de afectividad y sexualidad.

 

            Nuestra administración asumió el compromiso de promover el desarrollo integral de la persona, mediante la promoción de la cultura, el deporte y la recreación.

 

            Durante nuestra administración el arte y la cultura han formado… han venido formando  a muchos jóvenes, pero, sobre todo, ha venido también tomando las calles y barrios de nuestro país.  A los festivales internacionales hemos sumado muchos festivales a nivel nacional; se han venido también sumando otros nuevos como el Festival Internacional de Cine.

 

            Nos complace informar un evento importantísimo para nuestra cultura y nuestra arqueología, y es que dimos un paso transcendental en materia de fortalecimiento de la identidad y el patrimonio nacional, al conseguir la admisión, por parte de la Unesco, de la candidatura como Patrimonio de la Humanidad de las esferas y sitios arqueológicos en la Zona Sur de Costa Rica.

 

            Capítulo especial merece el espacio que otorgamos este último año a la promoción del deporte. Hemos organizado año a año los Juegos Deportivos Estudiantiles y los Juegos Deportivos Nacionales. Hemos realizado las más altas inversiones de la historia en la preparación de nuestros deportistas, lo cual dio sus frutos en los recién pasados Juegos Deportivos Centroamericanos que, con gran éxito, se organizaron en nuestro país. Hemos otorgado becas a nuestros deportistas y hemos restablecido premios y reconocimientos que en el pasado se negaron.

 

            Finalmente, mediante la aprobación de la Ley del tabaco establecimos un impuesto que le garantizará al deporte nacional el financiamiento permanente.

 

            Todo ello constituirá nuestra principal herencia a las y los deportistas de nuestro país; a quienes, gracias a su esfuerzo y constancia, nos hacen sentirnos orgullosos de sus logros; a quienes nos recuerdan que las y los costarricenses, cuando nos  lo proponemos, somos capaces de alcanzar grandes metas.

 

            Al pasar ahora al campo de la seguridad ciudadana, debo recordarles que el compromiso más importante que asumimos con las y los costarricenses fue el de derrotar la delincuencia, la violencia y la impunidad.

 

            Cuando nos propusimos la meta de detener el crecimiento en las tasas de criminalidad y en el sentimiento de inseguridad que prevalecían entre la población, la respuesta de muchos fue de incredulidad y hasta de escepticismo.

 

            Cuando presentamos nuestra estrategia de trabajo para alcanzar esa meta, mediante un abordaje integral del problema, nos condenaron de antemano al fracaso. 

 

            Hoy, el desempeño del país en esta materia es prueba fehaciente de que sí podíamos hacerlo y de que la ruta trazada era la correcta.

 

            Tres años después de haber iniciado nuestro trabajo, el país experimenta una disminución en la incidencia del delito, una baja sensible en el número de muertes violentas y una caída en la sensación de inseguridad en la población. 

            Desde el año 2010, los homicidios han venido disminuyendo: entre el año 2011 y el año 2012 la tasa de homicidios bajó en un diecisiete por ciento. La disminución entre el año 2009 y el año 2012 alcanza ya un veintiséis por ciento.  Estamos hablando de vidas humanas

 

            Pero una de las cifras más esperanzadoras en la lucha precisamente contra la violencia, es la que se refiere a la de los femicidios, es decir, a la muerte violenta de mujeres en manos de sus respectivas parejas.  El número de femicidios pasó de cuarenta en el año 2011 a dieciocho en el año 2012, lo que implica una extraordinaria caída de más del cincuenta por ciento en tan solo un año.

 

            Otros delitos que preocupaban mucho a la población, también han venido disminuyendo de manera bastante significativa.  De acuerdo a los datos del Organismo de Investigación Judicial, entre el 2011 y el 2012, los robos de vehículos bajaron un quince por ciento y los asaltos a viviendas decrecieron en un diez por ciento.

 

            Estas cifras tan elocuentes, son el resultado de la eficaz ejecución de una política claramente estructurada desde el inicio de nuestra administración: la Política para la Seguridad Ciudadana y la Paz Social, nos ha permitido desplegar acciones en diversas áreas como la prevención del delito, el control y la sanción, y la rehabilitación y reparación de víctimas.  Gracias a esta política, se ha logrado también articular el esfuerzo de diversas instituciones y garantizar un trabajo más eficiente. Ejemplo de ello es el incremento en el número de policías, catorce mil hombres y mujeres vigilan hoy nuestro país.

 

            Hemos incrementado también la inversión en equipos,  en infraestructura, en capacitación policial y, pese a las restricciones fiscales, hemos podido también dar pasos para mejorar la situación salarial de nuestros policías. Ejemplo de este trabajo en equipo es también este esfuerzo que se está llevando adelante entre la policía y los tribunales de flagrancia, gracias a este trabajo se han incrementado las órdenes de capturas de criminales y se ha disminuido la impunidad.  El número promedio de condenatorias en estos tribunales alcanza el ochenta por ciento de casos tramitados.

 

 

            Si bien hemos logrado sacar a muchos delincuentes de las calles del país, las cárceles se nos han llenado de ellos; sin embargo, no por eso detendremos la lucha contra el crimen; seguiremos expandiendo la capacidad de nuestras cárceles, promoviendo medidas alternas a la prisión, y una más adecuada atención de la población penitenciaria.

 

            Para ello, hemos logrado un financiamiento de ciento diez millones de dólares, que nos permitirá construir dos mil setecientos nuevos espacios carcelarios, los que se suman a los más de mil  que hemos construido.   Actualmente, cerca del cincuenta por ciento de nuestros privados de libertad participan en actividades laborales y productivas, más del sesenta por ciento en actividades de formación y capacitación, y más del treinta y cinco por ciento en iniciativas culturales y recreativas; sin embargo, el mayor desafío que enfrentamos para ganar la lucha contra la violencia es el de prevenirla combatiendo las causas que la provocan.

 

            El componente más importante de nuestra estrategia nacional de seguridad es precisamente la prevención del delito mediante la inversión en capital humano, la promoción del deporte y la recreación, y programas de atención a comunidades y sectores en riesgo social.

 

A la fecha, se desarrollan programas de recuperación de espacios públicos y de prevención en doce comunidades vulnerables, y que trabaja con más novecientos mil estudiantes en diversos programas en todas las escuelas y colegios del país. Estos programas buscan incentivar los patrones de convivencia y lograr también prevenir conductas agresivas entre ellos.

 

Paralelo a la disminución de los índices de criminalidad, podemos también mostrar un muy buen desempeño en la lucha contra el crimen organizado.  Hasta el año 2012, hemos desmantelado cerca de trescientas cincuenta organizaciones criminales y se han incautado importantes cantidades de droga y dinero, producto del negocio ilícito.  Pero, a pesar de los esfuerzos, el crimen organizado transnacional sigue siendo una de las mayores amenazas que pende sobre nuestro pueblo. 

 

Nuestra ubicación geográfica nos ha hecho presa de esos mercaderes de la muerte, que buscan legitimar capitales espurios, que medran de la trata de personas y del tráfico ilegal de armas y drogas, que organizan bandas para desafiar la autoridad del Estado, que buscan corromperlo todo y nada admiten como barrera, porque practican las más brutales formas de intimidación contra la población.

 

Por ello, hoy debo decir con especial énfasis que los éxitos que hemos empezado a disfrutar en materia de seguridad ciudadana no deben hacernos olvidar que aún tenemos el inmenso desafío del crimen organizado.  A este tema dedicaremos mucho del esfuerzo durante el período que le resta a mi gobierno.  Lo haremos promoviendo una institucionalidad más abierta y transparente, mejorando la efectividad de nuestra investigación policial, y promoviendo instrumentos legales que faciliten el trabajo de jueces, policías y fiscales; todo ello con estricto apego al Estado de derecho.

 

Ya hemos presentado ante las señoras y señores diputados dos reformas constitucionales.  Una de ellas permitirá la extradición de nacionales requeridos por la justicia internacional por casos ligados al crimen organizado, y la otra facilitará a las autoridades policiales y de investigación el rastreo de llamadas telefónicas para poder resolver delitos especialmente graves.

 

El cuarto pilar de nuestro programa de gobierno es el desarrollo sostenible.  En un mundo que exige de nuestra tierra mucho más de lo que ella puede dar, las y los costarricenses nos sentimos comprometidos a servir de ejemplo al mundo, en la difícil tarea de conciliar sus necesidades de crecimiento con la preservación del medio ambiente.

 

A lo largo del año que cierra, promovimos la protección de la biodiversidad, con especial énfasis en la atención de los mares; echamos a andar la estrategia que nos permitirá convertirnos en una economía carbono neutral; y seguimos promoviendo el desarrollo de energías limpias.

 

Atendiendo precisamente la meta de convertirnos en una de las primeras economías carbono neutral del planeta, promovimos las primeras acciones concretas para poder alcanzarla, tales como la elaboración de la metodología y los mecanismos de medición y certificación.  Contamos ya con el sistema oficial de reconocimientos ambientales, que otorgó la certificación C-neutral a las primeras empresas privadas de nuestro país. 

 

Mediante esta certificación, las empresas se comprometen a reducir al mínimo las emisiones de gas de efecto invernadero y a compensar emisiones mediante la compra de créditos de carbono.  Este proceso está dando vida también a algo muy importante, y es que está permitiendo el desarrollo de nuestro mercado local de carbono.  Con orgullo puedo decir que nuestro país será el primer mercado doméstico de compensaciones de emisiones en un país en vías de desarrollo.

 

Pero sería poco consecuente involucrar al sector privado en el compromiso de neutralidad carbónica, sin que al mismo tiempo prediquemos con el ejemplo.  El sector público también reduce y reducirá aún más su huella de carbono.  Trabajamos para lograr que el cien por ciento de las instituciones públicas cuente con un programa de gestión ambiental.  Ya alcanzamos al treinta y cinco por ciento.

 

El país, en el marco de su política ambiental, ha impulsado a lo largo de muchos años, una política energética claramente reconocida a nivel global, tanto en términos de sus esfuerzos para llegar al noventa y nueve por ciento de cobertura de la población, como por el uso de fuentes renovables para la producción que ya alcanza a más del noventa por ciento de la energía que consumimos.

 

Llevar electricidad a las últimas veintiocho mil familias, que en Costa Rica todavía no la recibían, que están dispersas en zonas rurales, y mantener en tiempos del cambio climático nuestra decisión de producir con fuentes renovables, son dos retos en los que esta Administración ha avanzado y en los que continuaremos trabajando.

 

A lo largo de los cuatro años, estaremos construyendo, concluyendo e iniciando con construcción de nuevos proyectos que representarán la generación de cerca de trescientos treinta y cuatro megawatts adicionales a los que encontramos en el año 2010.  Esto significa más de un dieciocho por ciento de incremento sobre la capacidad instalada que precisamente teníamos hace tres años.

 

A la fecha, hemos inaugurado tres nuevos proyectos hidroeléctricos: Pirrís, Toro III y Cubujuquí; un nuevo proyecto geotérmico: Las Pailas; el Parque Solar Miravalles; y dos parques eólicos: uno en los Santos y otro en Santa Ana.  Además, hemos propiciado la participación privada en la generación de energía, con una inversión que supera los mil millones de dólares. 

 

Sin embargo, tenemos dos acuciantes desafíos en materia energética: detener la escalada de precios que ha llegado a encarecer en demasía la energía que consumimos, y enfrentar las consecuencias del cambio climático que afecta especialmente la generación de energía hidroeléctrica y que es la que pesa más en nuestra matriz energética.

 

En relación con los costos, hemos emitido diversas directrices que procuran incidir favorablemente sobre ellos y seguiremos siendo muy celosos en procura de su cumplimiento.  En relación con el impacto del cambio climático sobre la hidroelectricidad, debemos estar abiertos a la exploración de distintas alternativas en mayor escala como la geotermia o el gas natural, y a la importación de este último.

 

En el marco también de esta estrategia ambiental y de protección de la biodiversidad del país, nos hemos propuesto que Costa Rica deje de vivir de espalda a sus mares. Para ello, en alianza con habitantes de las costas, con organizaciones ambientalistas, con empresarios del turismo ecológico, hemos logrado impulsar un hermoso proceso que busca generar políticas para una efectiva gobernanza marina.

 

Nuestro objetivo es convertir a Costa Rica en líder y modelo de la gestión integrada marino-costera a nivel mundial.

 

Instauramos la Comisión Nacional del Mar como máxima instancia de articulación y gestión integrada y creamos el Viceministerio del Mar.  Ampliamos los parques nacionales marinos protegidos, al agregar los montes submarinos de la Isla del Coco.  Endurecimos la normativa que regula el aleteo de tiburones, así como la importación, transporte y trasiego de aletas en embarcaciones que precisamente circulan en aguas jurisdiccionales.  Gracias a nuestro liderazgo como país en este tema, logramos que el setenta por ciento de las naciones del planeta se nos unieran en la Convención Internacional, Cites, para proteger el emblemático tiburón martillo.

 

Finalmente, y gracias al concurso de la sociedad civil y de la Asamblea Legislativa, se aprobó una nueva Ley de Vida Silvestre, que es pionera en prohibir la cacería deportiva y que amplía el mandato del Minae para la protección de la biodiversidad marina.

 

El alcance de nuestras metas nacionales se ha venido apoyando en la sólida y agresiva estrategia internacional.

 

Gracias a ello, el último año generamos condiciones que benefician al país; fortalecimos nuestra imagen y capacidad de incidencia internacional, y hemos dado nuevos y trascendentales aportes a la paz, la seguridad y el desarrollo regional y mundial.

 

Paso a referirme a algunos de estos logros, al frente de la Presidencia del Sistema de Integración Centroamericana, hemos impulsado dos objetivos estrechamente relacionados: por un lado, dar mayor dinamismo y pragmatismo a la integración económica centroamericana; por otro, hacer más transparentes, modernas y eficaces las instituciones del sistema.

 

Hemos puesto en marcha el proceso de reforma institucional del Sica, para convertirlo en un verdadero instrumento de progreso y apoyo al desarrollo.

 

Al mismo tiempo, hemos elevado el perfil de la región mediante dos importantes visitas: la del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y próximamente la del presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama.  Ambas ponen de relieve el reconocimiento hacia Costa Rica, así como nuestro robusto liderazgo regional.

 

En el ámbito hemisférico, Costa Rica ha asumido el liderazgo para fortalecer al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y defenderlo frente a quienes se empeñan en limitar su independencia.

 

Hoy puedo decir, con gran satisfacción, que ese objetivo fue alcanzado, recientemente, al lograr que la OEA mantuviera un compromiso con la autonomía plena de la Corte y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y con otros órganos esenciales de ese sistema.

 

Entre ellos destaco, de manera muy especial, la relatoría para la libertad de expresión.  Los riesgos de debilitamiento fueron superados, pero no plenamente conjurados.  Por esto, debemos mantenernos firmes en defensa del sistema.

 

El reconocimiento a Costa Rica en valores como la libertad de expresión nos ha valido también la celebración en nuestro país, por parte de la Unesco, del vigésimo aniversario del Día Internacional de la Libertad de Prensa, y la entrega del Premio a la Libertad de Prensa Guillermo Cano.

 

En el ámbito global, nuestros valores nacionales, nuestra eficacia diplomática y nuestra sistemática defensa de la paz, se impusieron sobre nuestra pequeñez geográfica, y nos permitieron alcanzar, en alianza con otros países, un logro de trascendencia universal:  la aprobación del Tratado sobre el Comercio de Armas de Fuego.

 

La meta que tenemos ahora es convertirnos en el primer país en ratificar ese tratado.  Les insto, respetuosamente, a las señoras, a los señores diputados, para que todos nos volquemos a lograrlo.

 

Nuestra proyección exterior, además, se da mediante una mayor vinculación con organizaciones económicas, comerciales y financieras de primer nivel.

 

Gracias a esta fortaleza, a la responsabilidad de nuestra política comercial, a nuestra transparencia institucional y a nuestra seguridad jurídica, hemos avanzado sustancialmente en la ruta para convertirnos en miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico.

 

También trabajamos por integrarnos a la emergente Alianza del Pacífico, a la Alianza Trans-Pacífica, así como a otras instancias de facilitación del comercio y de las inversiones.

 

Si me he detenido con detalle en temas de política exterior, no es solo por su importancia intrínseca.  Es porque los logros mencionados, y otros que no comento por falta de tiempo, son esenciales para nuestro desarrollo, para nuestro bienestar y para nuestra fortaleza como nación.

 

Estos logros mejoran nuestros recursos para crear y aprovechar oportunidades; fortalecen nuestra posición para afrontar desafíos y amenazas, y acrecientan ese poder inteligente de Costa Rica en el mundo.

 

Señor presidente, señoras diputadas, señores diputados, queridas y queridos costarricenses: el panorama de los tres primeros años de nuestro Gobierno y de la vida nacional durante ellos está punteado por triunfos importantes, pero también por tareas pendientes y por desafíos que aún podemos superar.

 

Hemos logrado que crezcan la producción, el empleo, las exportaciones y la inversión extranjera, y hemos mantenido la inflación en niveles muy bajos. Sin embargo, el desempleo continúa siendo alto y el déficit fiscal sigue sin resolverse.

 

Hemos asignado cifras sin precedentes a la educación, incrementado la cobertura de los programas de asistencia y promoción social y eliminado el riesgo de la quiebra financiera de la Caja Costarricense del Seguro Social.

 

Sin embargo, la pobreza sigue siendo alta y la brecha de la desigualdad no se reduce.

 

Hemos disminuido los asesinatos, el femicidio, y los delitos contra la propiedad; hemos asestado duros golpes al narcotráfico y al crimen organizado y nuestra sociedad es hoy más segura.

 

Sin embargo, se ha deteriorado la capacidad de dialogar civilizadamente y la paz social se ve amenazada con la protesta callejera.

 

Hemos puesto en marcha proyectos de desarrollo energético y de infraestructura vial, ferroviaria, portuaria y aeroportuaria de grandes dimensiones, al punto de que ningún Gobierno reciente ha tenido tantas obras en ejecución y por un monto tan elevado como el nuestro.

 

Sin embargo, han quedado en evidencia las fallas de nuestras instituciones y profundos cuestionamientos sobre la integridad y la transparencia en la gestión de algunos de estos proyectos.

 

            Hemos sido capaces de demostrarle a la comunidad internacional nuestro liderazgo y a nosotros mismos que podemos organizar hermosas y sublimes actividades culturales y deportivas, y que nuestra gente es capaz de desempeñarse y competir con excelencia y con hidalguía.

 

Sin embargo, seguimos siendo testigos de actos bochornosos que empañan las más nobles jornadas cívicas de nuestro país.  Una larga historia patria nos enseña que somos capaces de grandes logros, y la historia reciente, con todo y sus problemas, nos muestra que esa capacidad sigue presente.  Debemos activarla, para beneficio de todas y todos.

 

Sin embargo, para avanzar más debemos responder de manera franca a algunas preguntas claves que yo sé que todos nos hacemos, ¿por qué no es más rápido nuestro progreso?, ¿por qué si avanzamos en unas áreas, en otras se acumulan rezagos?, ¿por qué no es más civilizado y más constructivo nuestro debate?, ¿por qué las percepciones de algunos son mucho más negativas que las realidades de todos? ¿Qué es lo que falla? 

 

Quisiera señalar tres factores que a nuestro criterio contribuyen a explicar esas dificultades.  El primero de ellos lo destaqué aquí en este plenario hace exactamente un año: nuestra institucionalidad democrática no está respondiendo con la oportunidad y con la calidad con que demandan las y los ciudadanos del país.  Tenemos limitadas capacidades gerenciales y técnicas en la mayor parte de las instituciones del Estado, así como un sistema de reglas para su administración que propician el entrabamiento y la parálisis.

 

El segundo problema se refiere al deterioro que desde hace mucho tiempo se observa en la capacidad de diálogo y en la polarización del debate público.  La prevalencia de la defensa de intereses particulares, corporativos o gremiales, la descalificación mutua entre las partes, y la radicalización de posiciones, dificultan la necesaria negociación que demanda cualquier democracia para poder avanzar.  Finalmente, repudiables actos de corrupción en la Administración Pública que han quedado sin respuesta o resolución, han venido generando una profunda desconfianza hacia la política y hacia quienes tomamos decisiones desde los poderes públicos.

 

Ninguno de estos tres obstáculos resulta insuperable.  Una larga historia patria nos enseña que frente a desafíos aún más formidables, ciudadanos, políticos y gobernantes hemos sabido elevarnos por encima de mezquindades y diferencias para dar respuesta a las demandas de la nación y del pueblo costarricense.  Estoy segura de que en esta ocasión lo haremos de nuevo.

 

No me refiero, debo decirlo con total claridad, al corto horizonte de una administración a la que le quedan tan solo doce meses, me refiero al amplio horizonte de nuestra patria con la que todas y todos nosotros, sean cuales sean nuestras diferencias, tenemos obligaciones sagradas.

 

Les invito a que aceleremos la tarea, mi Administración asumirá sus propias responsabilidades.  Durante los próximos doce meses, el Gobierno seguirá trabajando en las áreas que han organizado nuestra acción desde el primer día de trabajo, allí donde hay triunfos, nos empeñaremos por hacerlos más grandes allí donde hay rezagos, nos esforzaremos por superarlos.  Sin embargo, también concentraremos energía y esfuerzo en responder a estos tres retos que me he permitido mencionar: la gobernabilidad democrática, la transparencia y el diálogo político y social.

 

En el tema de la mejora de nuestra institucionalidad democrática, impulsaremos las propuestas de ley que ya remitimos a la Asamblea Legislativa, todas ellas se inspiran en las recomendaciones brindadas por la Comisión Presidencial sobre Gobernabilidad Democrática, cuya constitución anuncié hace un año aquí mismo.  El trabajo serio y riguroso de este grupo de expertos fue bien recibido por el país y sus recomendaciones han alimentado un muy amplio y sano debate.

 

Las propuestas que hemos presentado al Congreso de la República se dividen en cuatro grupos: reformas a la Ley de la Jurisdicción Constitucional, reformas al Reglamento de la Asamblea Legislativa, reformas a diversas leyes para agilizar el funcionamiento de la Administración Pública y reformas constitucionales para mejorar la calidad de la representación política.

 

De manera respetuosa pero a la vez enfática, solicito a las señoras diputadas, a los señores diputados a que hagan de estas propuestas el punto de partida de una discusión nacional impostergable, a que nos decidamos a heredar a las próximas autoridades, pero por sobre todo a nuestro pueblo sediento de resultados, un sistema político-institucional más acorde con sus aspiraciones.

 

Como parte de las reformas que este Congreso ha impulsado en el último año para mejorar nuestra institucionalidad, se encuentra el expediente 18.084 que reforma el artículo 172 de la Constitución Política y que contribuye al impulso de la descentralización del Estado y al fortalecimiento del Régimen Municipal.  Este se encuentra en consulta preceptiva en la Sala Constitucional y seguirá contando con el respaldo de mi administración.

 

Pasando al tema de la integridad, me comprometo a impulsar medidas que mejoren aún más el acceso a la información pública y que garanticen mayor transparencia en la gestión de esa información.  Si bien nuestra normativa es clara en cuanto a la publicidad de la información sobre la gestión de los entes públicos, todavía encontramos resistencia de muchas organizaciones cuando reciben solicitudes de información por parte de poderes o por parte de los ciudadanos. Sin ignorar justificadas consideraciones materiales o de costos económicos para la administración, emitiremos una directriz que establezca claros parámetros para el acceso a la información de la administración pública. 

 

A la vez, y mediante el uso de las tecnologías digitales, propiciaremos la plena transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios por parte del Estado.  Recientemente emití una directriz que ordena unificar los sistemas de compras electrónicas en el sector público y que impone un plazo perentorio para hacerlo.  El objetivo es que cualquier costarricense sea capaz de dar seguimiento a los procesos licitatorios, es decir desde la publicación de las especificaciones de los concursos, hasta la adjudicación final del contrato.

 

La prioridad en la adopción del sistema unificado de compras electrónicas se la daremos, por supuesto, al Conavi el cual, nos comprometemos a que esté operando en un plazo no mayor a tres meses.  Este esfuerzo propiciará, además, importantes ahorros para la administración y una más democrática participación de oferentes y proveedores en los procesos de compras públicas.

 

Las acciones de transparencia las estaremos también concretando con el desarrollo del Sistema Nacional de Información Social.  Este sistema permitirá la consulta por Internet del registro nacional de beneficiarios de los programas sociales.

 

Su compromiso es tener listo, en un plazo de tres meses, el sistema que contendrá información de los beneficiarios del IMAS y de los dos principales programas que financia el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares, estos son el Régimen de Pensiones No Contributivas y el Bono de la Vivienda.

 

Hacia finales de año, el sistema contará con todos los beneficiarios de todos los programas sociales selectivos financiados por este fondo.

 

Este esfuerzo, además de cumplir con el objetivo central de fomentar la transparencia y la rendición de cuentas, en materia tan importante y tan sensible como son las ayudas estatales a los sectores más vulnerables de la población, hará posible la toma de decisiones más precisas y fundamentadas en el campo social y de lucha contra la pobreza.

 

Finalmente, en el tema del diálogo político y social, deseo una vez más reafirmar ante ustedes que pondremos todo nuestro esfuerzo, para que no queden dudas de nuestra voluntad de escuchar y conversar.  Aspiramos eso sí, a una actitud igualmente amplia y respetuosa por parte de nuestros interlocutores.

 

Entendemos también que el diálogo no puede constituirse en un fin en sí mismo, sino que es el instrumento que nos permitirá exponer nuestras ideas, resolver nuestras diferencias y avanzar en las decisiones por las que el país espera, entre ellas: la reforma fiscal, la situación del empleo en el sector público y el futuro de la salud y de la seguridad social de nuestro país.

 

También, a través del diálogo respetuoso, podemos y debemos resolver nuestras diferencias para cumplir con el mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de regular debidamente la técnica de fecundación in vitro y para reconocer los derechos básicos fundamentales de las parejas del mismo sexo.

 

En este último año de Gobierno y de este período legislativo, deseo invitar a las señoras y a los señores jefes de fracción de esta Asamblea Legislativa a que intensifiquemos la negociación política, con el fin de discutir con franqueza los problemas que enfrentamos, a que identifiquemos con transparencia y compromiso las acciones para sacar adelante la tarea compartida de fortalecer nuestra nación y heredar un mejor futuro a quienes vendrán después de nosotros.

 

Nos quedan tan sólo doce meses de arduo trabajo.  Los triunfos cosechados en estos tres años de Gobierno nos dan la seguridad de que podemos avanzar aún más.

 

Nuestros logros están documentados; sin embargo, las dificultades enfrentadas nos señalan, a la vez, cuán amplias son las oportunidades y cuán compleja es la tarea que sigue hacia adelante, para que, precisamente, tengamos que derivar fuerzas y poder superar los problemas que todavía enfrentamos en esta Administración y que enfrentarán posiblemente otras administraciones.

 

En los doce meses siguientes, avanzaremos a paso decidido en los proyectos de infraestructura que ya están iniciados o que están por iniciarse.

 

En los doce meses siguientes, consolidaremos nuestras victorias en la lucha contra el delito y el crimen organizado.

 

En los doce meses siguientes, nos mantendremos defendiendo el presupuesto de los programas sociales, ampliando y haciendo más transparentes los programas de asistencia, fortaleciendo la educación, apoyando el deporte y estimulando las artes.

 

En los doce meses que siguen, continuaremos impulsando el desarrollo sostenible, las energías limpias, la innovación, la equidad y el emprendedurismo.

 

Pero, en los próximos doce meses podemos hacer mucho más, podemos acudir a un diálogo renovado y a un debate serio y provechoso.  La oposición tiene una tarea ineludible de control político.  Es y debe pedir, es su naturaleza pedir cuentas, y el Gobierno está en la obligación de rendirlas.

 

El Gobierno no pide menos y no espera menos. En realidad, el Gobierno espera más, espera que la crítica y el debate no nos impidan los acuerdos y la colaboración, espera que los problemas y las fallas no sean la excusa para un debate interminable, sino la razón para encontrar soluciones y sentar responsabilidades, espera que las trabas de nuestro sistema institucional no frenen a quienes emprenden, arriesgan, crean y producen, espera que podamos trabajar juntos, no porque coincidamos en todo, sino porque nuestras obligaciones con quienes nos eligieron y nuestro amor por nuestro país así lo exigen.

 

Es enorme el potencial de nuestra nación, es enorme la reserva de talento y civismo de nuestro pueblo, es enorme lo que hemos logrado alcanzar hasta ahora, es enorme la obra que podemos realizar juntos; emprendamos juntos esa gran faena, sin ceder un ápice en la sana crítica, pero sin cejar ni un instante en la tarea común.

 

Es lo que Costa Rica nos pide, es lo que Costa Rica necesita y es lo que todas y todos nosotros estamos obligados a dar.

 

Muchas gracias y que Dios les bendiga.

 

La presidenta ad hoc Annie Alicia Saborío Mora:

 

            Tiene la palabra el señor presidente de la Asamblea Legislativa, diputado Luis Fernando Mendoza Jiménez.

 

El presidente Luis Fernando Mendoza Jiménez:

 

            Señora presidenta de la República, señoras y señores presidentes de los supremos poderes; señoras diputadas, señores diputados, señores invitados, costarricenses.

 

            Hoy, tengo el honor de referirme al mensaje presidencial que cada año debe ser rendido ante la Asamblea Legislativa, a tenor de lo establecido en el numeral 139 de la Constitución Política.

 

            La hemos escuchado, señora presidenta, con suma atención y respeto en este día en que se cruzan relevantes acontecimientos, como son la celebración del Día del Trabajador, la elección del nuevo Directorio legislativo y la rendición de cuentas que anualmente usted hace ante este Parlamento.

 

            Su mensaje refleja humildad, sensatez y, ante todo, valentía al aceptar que, pese a los tiempos difíciles y las opiniones encontradas, existe la fuerza y las ganas de luchar por un mejor país.

 

            Se le nota, señora presidenta, su ánimo por escuchar, dialogar y llegar a acuerdos en aras del bienestar social.

 

            Todos estamos bajo la sombra de la misma bandera: blanco, azul y rojo; es hora que todos, como costarricenses, construyamos una sola sociedad acorde con las exigencias de nuestros tiempos.

 

            Vemos, señora presidenta, la lucha de su Gobierno… que su Gobierno ha gestado en el área económica y logrando resultados obtenidos. Muchos costarricenses hoy ven un alivio en sus bolsillos al pagar menos por sus créditos bancarios a raíz de la disminución de las tasas de interés, destacando, además, como usted bien lo dice, el control de la inflación interna.

 

            El tema del comercio exterior también es un área de extraordinarios resultados para la Administración Chinchilla.  He de decirles, como miembro durante tres períodos de la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, que nuestro país está a la vanguardia en las negociaciones comerciales con diferentes naciones, lo que representa al año 2011 la suma de quince mil millones de colones en exportaciones totales.

 

            Además, a la fecha, como es sabido, tenemos el análisis del Acuerdo de asociación con la Unión Europea, el cual esperamos que, próximamente, sea aprobado por este plenario legislativo.

 

            El apoyo de los sectores productivos, así como las pequeñas y medianas empresas, es una obra de gobierno que nos enorgullece escuchar.

 

            Los más necesitados también están presentes en la rendición de cuentas.  En nuestro país, hoy día, hay más generación de empleo, tal y como usted lo mencionó; mayor inversión social y, en consecuencia, podemos decir que un amplio sector de la población está mejor.

 

            Usted, señora presidenta, desde hace muchos años, está inmersa en el tema de la seguridad ciudadana.  Por eso, no es de extrañar que, tal y como lo expone su discurso, este Gobierno ha podido reducir, incuestionablemente, los índices de criminalidad, y ha dado un golpe fuerte a la lucha contra el crimen organizado, flagelo en nuestra sociedad y causante de graves problemas sociales, y a cuya lucha de este Gobierno destinó grandes esfuerzos durante esta Administración.

 

            Los números en cuanto a seguridad ambiental y el desarrollo sostenible que usted menciona, señora presidenta, denotan el compromiso de su gestión con este campo, destacando la lucha por convertir nuestro país en una economía carbono neutral, y el incremento de las energías limpias y  renovables.

 

            Señora presidenta, es para mí un profundo orgullo presidir este Congreso el último año de su gobierno.  Mi compromiso y responsabilidad serán latentes cada uno de los días que se avecinen; procuraré ser el director de debate que permita que el diálogo fluya y los resultados florezcan.

 

            Comparto con usted, señora presidenta, la preocupación en cuanto al entrabamiento que presenta el aparato estatal.  Los tiempos, en ocasiones, no tienen la celeridad que todos deseáramos.

 

            Mi compromiso, señora presidenta, señoras y señores diputados, costarricenses, es propiciar mayor celeridad en la toma de decisiones de este Parlamento escuchando, pero también promoviendo la toma de decisiones, pues como reza la frase célebre de Winston Churchill: La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.

 

            Este pasaje nos refleja lo importante que es escuchar otras opiniones, que aunque, en ocasiones, difieran de las nuestras, son necesarias para el fortalecimiento del régimen democrático.

 

            Por ello, tal y como lo dije en horas de esta mañana, apelo a la necesidad de un debate parlamentario de altura y de fondo.  No podemos permitir que las pasiones políticas interfieran en la toma de decisiones que afectan todo un país.

 

            La Asamblea Legislativa no debe perder su naturaleza como templo de discusión y debate, quiero recuperar el señorío de este Parlamento, esa será mi lucha principal.

 

            Por eso, hoy asumo con honores y agradecimiento esta silla de Presidente de la Asamblea Legislativa, pidiendo a Dios sabiduría, paciencia y, ante todo, humildad, para enfrentar este reto que solo podré llevar de la mano de todos y cada uno de ustedes, señoras y señores diputados.

 

            Todos aquí somos políticos, y el pueblo quiere y exige que sus representantes se comporten como dignos embajadores de ese legado constitucionalmente. No permitiremos que las diferencias personales deterioren las relaciones parlamentarias y sustituyan cada día más la confrontación de ideas.

 

            Asumemos con valentía los acuerdos y compromisos, así evitaremos caer en desconfianzas y en esa peligrosa herramienta llamada obstruccionismo; hagamos diálogo de altura, no permitamos que la discusión se traslade a las gradas, y mantengamos más bien esa discusión en las butacas de este palco.

 

            Como citaba Platón en su obra La República, el legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos, y ese todos es Costa Rica.

 

            Es momento de seguir trazando el camino al cambio, de labrar una nueva forma de hacer política, que el pueblo vuelva a creer en quienes dirigimos sus destinos y, ante todo, demostrar que nuestras promesas se traducen en hechos y no solo en palabras.

 

            Nos resta solo un año de gestión, doce meses en los que tendremos grandes retos, pero estoy seguro que también será un año de grandes satisfacciones si todos y cada uno ponemos nuestro grano de arena; encontrarán en mí un soldado, un canal de comunicación, un facilitador en la toma de decisiones.

 

            He recorrido, durante casi veinte años, estos pasillos legislativos, es mi segunda casa, y ahora, como su anfitrión, los invito a luchar por nuestra Costa Rica.

 

            Para finalizar, señora presidenta, costarricenses, los deseos de éxito de este año que se avecina, y estoy seguro que es el anhelo de todas y todos los señores diputados y diputadas que integramos este Parlamento, pues sin distingo de partido político, todos tenemos que ser costarricenses.

 

            Muchas gracias.

 

            Señoras y señores, les solicito ponerse de pie para retirar el Pabellón Nacional.

 

            Los señores diputados Araya Pineda y Avendaño Calvo se servirán acompañar a la señora presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda.

 

Las señoras diputadas Brenes Jiménez y Granados Fernández se servirán acompañar al señor vicepresidente de la República, Luis Liberman Ginsburg.

 

            Las señoras diputadas Muñoz Quesada y Pérez Hegg se servirán acompañar a las señoras ministras y los señores ministros de Gobierno.

 

            La señora diputada Gómez Franceschi y Víquez Chaverri se servirán acompañar a la señora presidenta ad ínterin de la Corte Suprema de Justicia, magistrada Zarella Villanueva Monge, a las señoras magistradas y a los señores magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

 

            La señora diputada Porras Zúñiga y el señor diputado Orozco Álvarez se servirán acompañar al señor presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, don Luis Antonio Sobrado González, a las señoras magistradas y a los señores magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones.

 

            Los señores diputados Venegas Villalobos y Cubero Corrales se servirán acompañar a la señora contralora general de la República y a la señora subcontralora general de la República.

 

            La señora diputada Alfaro Murillo y el señor diputado Sotomayor Aguilar se servirán acompañar a la señora procuradora general de la República.

 

            El señor diputado Acevedo Hurtado y la señora diputada Venegas Renauld se servirán acompañar a la señora defensora de los habitantes y al señor defensor adjunto de los habitantes.

 

            La señora diputada Ruiz Delgado y el señor diputado Aiza Campos se servirán acompañar al excelentísimo y honorable cuerpo diplomático.

 

El señor diputado Rojas Segura y la señora diputada Bejarano Almada se servirán acompañar al reverendísimo arzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes Ureña.

 

Señoras diputadas y señores diputados, antes de concluir…, por favor, pueden tomar asiento.  Antes de concluir la sesión, señoras y señores diputados, quiero recordarles que el próximo lunes la sesión dará inicio a las tres de la tarde, como lo establece el Reglamento legislativo.

 

Quiero reiterar, de acuerdo con el Reglamento, que el inicio de la sesión será a las quince horas, precisamente estos días de discusión del mensaje de la señora presidenta de la República.

 

Señoras y señores diputados, de esta manera concluimos esta segunda sesión del 1º de mayo, al ser las veinte horas quince minutos y los invitamos a compartir con los invitados en el salón de Expresidentes de la República.

 

            Buenas noches.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis Fernando Mendoza Jiménez

Presidente

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Martín Monestel Contreras                               Annie Alicia Saborio Mora

      Primer secretario                                          Segunda secretaria